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lunes, diciembre 23, 2024

Exponen más de 500 tesoros arqueológicos mexicanos en París

La capital francesa se convierte en el escaparate de una civilización deslumbrante, ofreciendo una vista única al imperio mexica a través de piezas nunca vistas en Europa.

Una exposición sin precedentes sobre la sociedad y cultura mexica se prepara para abrir sus puertas en el Museo Quai Branly de París, donde más de 500 piezas arqueológicas serán exhibidas al público. Desde el 3 de abril hasta el 8 de septiembre, los visitantes podrán sumergirse en “Mexica. Ofrendas y dioses en el templo mayor”, una muestra que despliega los tesoros hallados en las entrañas de Tenochtitlán, reflejando aspectos centrales de esta civilización que floreció entre los siglos XV y XVI.

Este proyecto arqueológico, que inicialmente fue conducido por Eduardo Matos en 1978 y luego retomado por Leonardo López Luján en 1996, logró desenterrar elementos significativos que nos acercan más a comprender a los mexicas, sus rituales, y su cosmovisión. Una de las figuras centrales de la exhibición es Cipactli, un ente mitad cocodrilo y mitad pez, que personifica la dualidad, un concepto fundamental y obsesivo para esta cultura. Esta dualidad se ve plasmada no solo en las creencias espirituales de los mexicas, sino también en sus prácticas rituales, en las cuales la relación entre la humanidad y las deidades jugaba un papel crucial.

Fabienne de Pierrebourg, comisaria de la exposición, señaló la importancia de los sacrificios y las ofrendas para los mexicas, quienes creían firmemente que “el universo funciona gracias al sacrificio de los dioses”. Este pensamiento se materializaba a través de la oferta de joyas, instrumentos musicales, y esqueletos de animales y humanos no solo en los templos sino también en puntos específicos de la ciudad donde se creía que convergían el mundo terrenal y el celeste.

Otra pieza destacada de la colección es el Códice borbónico, que sirve para desmentir la confusión histórica entre el pueblo mexica y los aztecas, clarificando que, aunque algunos colonizadores europeos los consideraban un mismo grupo, los mexicas se habían de hecho emancipado de los aztecas para forjar su propia identidad y metrópolis en el golfo de México entre el siglo XIII y 1521.

López Luján resaltó la sofisticación de la sociedad mexica, comparándola con ciudades europeas contemporáneas, aunque con peculiaridades propias: “No es París, Roma, ni Nueva York, pero es gente avanzada para su época”. Este enfoque fortalece la concepción de que los mexicas, aunque a menudo romantizados o malinterpretados, ofrecieron contribuciones significativas y avances notables para su tiempo.

La llegada de los españoles en 1492 tuvo “efectos catastróficos”, según De Pierrebourg, pues no solo impactó sobre la demografía con el brote de epidemias sino que gran parte de los rituales, como apuntan los paneles durante el recorrido, se consideran “satanizados”.

Con todo, la civilización mexica trató de mantener su tradición pese a las restricciones impuestas por los españoles. De ahí que, por ejemplo, en vez de representar figuras antropomorfizadas de cultivos con papel de fibras vegetales amate -prohibido por los colonizadores por hacer competencia al traído de España- se sirvieron de materiales alternativos.

Esa metodología fue, junto con la transmisión intergeneracional, lo que ha permitido la continuidad de las tradiciones, tan arraigada en la identidad mexicana y que se refleja en la actualidad, bajo el criterio de López Luján, en “las prácticas de los grupos indígenas”.

La investigación arqueológica continúa rescatando, tras 46 años de actividad ininterrumpida, objetos de interés como puede ser el reciente hallazgo de ofrendas que contenían los restos de grandes depredadores (pumas, jaguares, lobos, halcones, águilas).

Dichos restos, antes de ser inhumados, eran vestidos como guerreros porque “por su fiereza se les equiparaba con las órdenes militares más importantes”, detalló el director del proyecto del Templo Mayor.

“Mexica. Ofrendas y dioses en el templo mayor” es un proyecto colaborativo entre el Museo Quai Branly de París, el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México y tiene aportaciones del Museo Etnográfico de Basilea (Suiza).

Este evento cultural en París no solo subraya el interés persistente y creciente en la historia y cultura mexica a nivel global, sino que también promueve una mayor apreciación y entendimiento de estas complejas sociedades precolombinas. Al ofrecer una ventana al pasado a través de artefactos cuidadosamente conservados y presentados, la exposición “Mexica. Ofrendas y dioses en el templo mayor” espera educar y fascinar a un público internacional, abriendo un diálogo más rico y matizado sobre el legado de los mexicas.

La muestra representa una oportunidad única para visitantes de todas partes del mundo para sumergirse en el lejano pasado de una de las civilizaciones más influyentes de Mesoamérica, proporcionando una experiencia educativa y cultural de inmenso valor.

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