El vórtice polar podría favorecer que las temperaturas sigan bajando en México, al paso de frentes fríos junto con sus masas polares, previéndose frío extremo con heladas y nevadas en próximas semanas.
El otoño e invierno de 2023-2024 está resultando típico de El Niño, bajo periodos de nubosidad, lluvias, más frío y nevadas, sin que por ahora sea algo extremo o no visto anteriormente, pero que la población olvida este tipo de eventos que ya se han dado en el paso, extrañándose del frío que se ha sentido.
Conforme las semanas han pasado, varias señales de tiempo invernal se han verificado, pero apenas comienza, ya que el vórtice polar junto con otras oscilaciones podría resultar en el desplazamiento de potentes masas polares/árticas y periodos de lluvias/nevadas de enero a febrero.
Recordando, esta gran circulación ciclónica que cubre el polo norte de otoño a primavera y que se extiende desde superficie hasta una altitud aproximada de 30-50 km, encierra al frío ártico.
Eventualmente, este frío puede desplazarse hacia otros puntos del hemisferio norte, afectando a diversos países con severos temporales invernales.
En enero de 2024, cambios importantes comenzarían a manifestarse, extendiéndose temperaturas por debajo de -20 °C en Norteamérica con este frío extremo, valores que incluso algunos modelos los acercan a México.
Calentamiento Estratosférico Repentino (SSW)
Existe un tipo de ondas atmosféricas llamadas Rossby que, viéndolas desde el punto de vista marino, podemos imaginarlas como las olas, pero en esta similitud, el fondo marino sería la superficie de la tierra, y la parte más alta del vórtice por arriba de 30 km de altitud seria la costa, donde estas olas atmosféricas rompen.
Eventualmente, las ondas en la parte más alta pueden llegar muy fuertes alterando la circulación que normalmente domina en dirección oeste-este y resultando en un vórtice estratosférico perturbado, asociado en la mayoría de los casos a un calentamiento repentino, ya que se invierte la dirección de este a oeste.
Cuando se genera un calentamiento en la parte alta del vórtice polar, se perturba, teniendo una reacción en cadena desde la estratósfera hasta la superficie. Masas polares pueden extenderse con grandes nevadas y frío extremo.
En este momento, el flujo va descendiendo y calentándose, que en ocasiones alcanza la tropósfera, donde nos encontramos nosotros y donde se dan todos los fenómenos meteorológicos. La temperatura promedio de la estratósfera rondan los -57 °C, pero bajo un calentamiento repentino puede elevarse hasta los 0 °C
Extensión o elongación hacia Norteamérica
Los modelos sostienen un cambio significativo en la parte alta, asociado a dicho SSW, el cual podría hacer primero que el vórtice se estire desde el norte de Europa hacia el Ártico, cruzando Groenlandia en dirección a Canadá y el noreste de Estados Unidos los primero días de enero de 2024.
El calentamiento se fortalecería sobre la región de Siberia, el cual es característico de generar efectos sobre Norteamérica; caso contrario, cuando el calentamiento aparece en el Atlántico norte, los efectos se concentran entre Europa y Asia.
De cumplirse con este escenario, en el transcurso de la primera quincena de enero se fortalecerían los sistemas fríos de alta presión que se desplazan desde el Ártico hacia México, generando mayor intensidad del frío. Tentativamente, algunos modelos dan varios días con temperaturas bajo cero al norte del país.
Si el calentamiento es muy fuerte y se interna sobre la parte alta del Ártico, puede “atravesar” al vórtice y dividirlo en varios mini-vórtices. En esta ocasión, algunas soluciones de modelos indican que podrían formarse dos, uno centrado al norte de Europa y otro entre Canadá y Estados Unidos, cercano a Groenlandia.
Asociado a estos dos vórtices, el frío se concentraría en ellos, generando intensos periodos gélido con nevadas, tal como sucedió entre enero y febrero de 2019 congelando la región de Chicago y Los Grandes Lagos, EEUU, con sensaciones de frío de -50 a -60 °C, aunque en esa ocasión no tuvo grandes efectos en México.