22.7 C
Xalapa
viernes, abril 25, 2025

Isla de las Conchitas: conoce este místico y curioso paraíso veracruzano

Rodeada por manglares, en esta isla existe la curiosa tradición de atar listones a las ramas de los árboles.

En Veracruz, en la Laguna de Mandinga, con canales formados por extensos manglares, existe un curioso y pequeño destino natural: la Isla de las Conchitas.

Minúscula, pero en un entorno fascinante y con una importante carga mística y espiritual, este paraje ofrece una experiencia única en medio de la naturaleza. Conoce cómo es y cómo llegar a ella.

La pequeña pero pintoresca Isla de las Conchitas se ubica en el municipio de Alvarado, a mitad de la Laguna de Mandinga, también llamada Laguna Grande, rodeada por un laberíntico sistema de manglares por donde pasa el río Jamapa.

Desde el puerto de Veracruz, es un traslado en auto de media hora hacia el sur. Una vez, en la laguna, el único medio para llegar es a bordo de una lancha; el viaje es de unos 5 minutos. También puedes hacer el trayecto en paddleboard (si ya eres muy ducho o ducha en esta actividad) o remando en un kayak. En estos dos últimos casos, el tiempo aproximado es de 40 minutos aproximadamente. De cualquier manera, el paseo transcurre por escenarios idílicos.

Las lanchas salen del muelle del Restaurante Uscanga y atraviesan un túnel naturla de manglares en el río Jamapa. Antes de desembarcar, pasarás por la Isla de las Garzas, donde habitan montones de esa especie de aves. También hay patos, águilas pescadoras y, en ciertas temporadas, hasta pueden verse medusas.

Es un territorio de manglares rojos, blancos, negros. Las aguas cambian de un tono verde a uno azul profundo. Independientemente de estas curiosidades, la isla es aún más singular por dos razones: la primera y más ‘obvia’ es que su nombre se debe a que su superficie está cubierta de conchas de caracoles, ostiones y otros moluscos.

Son el ‘residuo’ que los pescadores han dejado en ese pedacito de tierra de no más de 400 metros de largo y que, con el paso del tiempo, se han ido acumulando hasta formar parte del entorno.

Puedes visitarla a cualquier hora, sobre todo al atardecer para contemplar la puesta de sol. Puedes caminar por sus pequeñas playas y asombrarte por la cantidad de conchas que tapizan el suelo; nadar en sus aguas tranquilas. La estancia es de 30 a 40 minutos.

Aquí está la otra curiosidad de la isla. Hace algunos años, pescadores de la zona colocaron un altar a la Virgen María Desatanudos, con el fin de pedirle buenas pescas, bendiciones y otros favores personales. Dicen que sus milagros poco a poco se fueron conociendo, por eso la Isla de las Conchitas (o Isla de las Conchas como también se le conoce) se convirtió en un lugar que atrae peregrinos.

Es común que la gente acuda con devoción para dos fines: para hacer una petición o para dar gracias por algo que la Virgen María Desatunos le cumplió.

Los listos se atan tanto en las ramas de los árboles, como en estructuras pequeñas que han sido construidas.

Si es una petición, se amarra un listón blanco; si es agradecimiento, es de color naranja. Esta ‘joven’ tradición le ha dotado de un carácter especial, místico y diferente a la Isla de las Conchitas.

Articulos relacionados

Más recientes