La variante de COVID-19 Ómicron causa cierres en países de Europa y Asia, así como en Estados Unidos, y Canadá. Las naciones han establecido diferentes medidas restrictivas y, en algunos casos, han regresado al confinamiento.
A una semana de la Navidad, se multiplican nuevamente las restricciones en el mundo ante la variante Ómicron del coronavirus, con la cancelación de festividades o el cierre de sitios culturales, mientras crece la presión sobre los no vacunados.
La variante, identificada un mes atrás en Sudáfrica, ha sido detectada en cerca de 80 países y avanza aceleradamente en Europa, donde podría convertirse en dominante para mediados de enero, según la Comisión Europea.
Varios países europeos reforzaron las medidas sanitarias al acercarse las fiestas de fin de año o están a punto de hacerlo.
Algunos países de la Unión Europea (UE), como Irlanda, Portugal, Italia y Grecia, exigen a los viajeros europeos, incluso a los vacunados, presentar una prueba negativa de COVID-19.
Por su parte, las medidas se acompañan de presiones crecientes sobre las personas que no están vacunadas, que en algunos casos van más allá de la obligación de inocularse.
En Los Ángeles, Estados Unidos, todos los empleados de la ciudad, incluyendo policías y bomberos, que no hayan recibido una exención por motivos médicos o religiosos, deberán estar vacunados a partir del sábado so pena de ser puestos en licencia administrativa.
Según los servicios de la alcaldía, poco más de 43 mil 800 de los empleados, o 79% del total, estaban al día con la vacunación esta semana.
Según la televisión NBC, cerca de 80% de los policías de Los Ángeles están vacunados contra el covid-19 y más de 2 mil 500 pidieron exenciones.
El viernes, una corte federal estadounidense reinstaló la vacunación obligatoria para empleados de empresas grandes, como lo pidió el gobierno, luego de que fue suspendida en noviembre por un tribunal de apelaciones de Texas.
En Suiza, a partir del lunes, sólo personas vacunadas o recuperadas del virus tendrán acceso a restaurantes, sitios culturales e instalaciones deportivas y de diversión, además de cualquier evento en interiores.
Un requerimiento similar entrará en vigor en Francia a inicios del próximo año, y ya no bastará con un simple test negativo, como hacían hasta ahora las personas no vacunadas.