El telescopio está programado para ser lanzado el próximo 18 de diciembre y una vez en el espacio comenzará la aventura de contribuir a los descubrimientos de exoplanetas, estrellas y agujeros negros, entre otros. De esta forma, ayudará a comprender los orígenes del universo.
Durante décadas se ha estado preparando este momento. El lanzamiento del telescopio espacial James Webb, el principal observatorio de la NASA para la próxima década, está previsto para el 18 de diciembre desde la Guyana Francesa.
El telescopio superó años de retrasos, que incluyeron una combinación de factores provocados por la pandemia y los desafíos técnicos. Ahora, el observatorio espacial complejo más poderoso del mundo responderá preguntas sobre nuestro sistema solar, estudiará exoplanetas de formas nuevas y permitirá una observación más profunda del universo de la que hemos sido capaces hasta ahora.
Webb observará las atmósferas de los exoplanetas, algunos de los cuales son potencialmente habitables, y podría descubrir pistas en la búsqueda actual de vida fuera de la Tierra.
El telescopio viene equipado con un espejo que puede extenderse 6,5 metros. Esta longitud enorme permitirá que el espejo recoja más luz de los objetos que observa una vez que el telescopio esté en el espacio. Y cuanta más luz pueda captar el espejo, más detalles podrá observar el telescopio.
El espejo incluye 18 segmentos hexagonales recubiertos de oro, cada uno de 1,32 metros de diámetro.
Es el espejo más grande jamás construido por la NASA, dijo la agencia, pero su tamaño creó un problema único. El espejo era tan grande que no cabía dentro de un cohete. Así que diseñaron el telescopio como una serie de partes móviles que se pueden plegar al estilo de un origami. Caben dentro de un espacio de 5 metros para su lanzamiento.
Cada telescopio espacial se construye con base en los conocimientos adquiridos con el anterior. En el caso de Webb, su espejo es casi 60 veces más grande que los de telescopios espaciales previos, como Spitzer. El observatorio también tiene una mejora en cuanto a sensibilidad y resolución en comparación con el telescopio espacial Hubble.
El telescopio Webb observará cada fase de la historia cósmica, incluidos los primeros destellos después del big bang que creó nuestro universo y la formación de las galaxias, estrellas y planetas que lo ocupan hoy. Sus capacidades permitirán al observatorio responder preguntas sobre nuestro propio sistema solar e investigar las señales débiles de las primeras galaxias formadas hace 13.500 millones de años.
Los objetivos científicos del Webb son ambiciosos, y científicos de todo el mundo utilizarán el tiempo asignado con el telescopio para observar y analizar un espectro amplio de planetas, agujeros negros, galaxias, estrellas y la estructura del universo en sí misma.
Un foco clave es la formación y evolución de los planetas, tanto en nuestro sistema solar como de la gran población de planetas que habitan fuera de él. De particular interés son los planetas ubicados dentro en la zona habitable de las estrellas, una región orbital donde un planeta tiene la temperatura adecuada para soportar la presencia de agua líquida en su superficie, lo que sugiere que podría albergar vida tal como la conocemos.
Spitzer, así como la misión TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA de búsqueda de planetas que se encuentra en curso, han ayudado a los científicos a establecer los objetivos para el seguimiento de Webb, incluidos algunos de los “grandes éxitos” de Spitzer. El Webb podrá caracterizar a los exoplanetas, yendo más allá de las capacidades del Spitzer para medir cuán grande es un planeta y observar los intrincados detalles de cómo se ven.