Una tormenta solar de gran magnitud podría afectar las comunicaciones, las redes eléctricas, los satélites y los equipos electrónicos.
Las tormentas solares son la era digital en la que vivimos, estas poderosas erupciones de partículas cargadas y radiación electromagnética provenientes del Sol podrían tener consecuencias más graves de lo que imaginamos.
¿En qué fecha el planeta podría quedarse incomunicado por meses debido a una tormenta solar?
Según los expertos, existe la posibilidad de que entre los años 2024 y 2028 se produzca una tormenta solar extrema que podría afectar las comunicaciones en todo el mundo, dejándonos incomunicados por semanas o incluso meses.
Es importante tener en cuenta que las tormentas solares son eventos naturales que ocurren cuando el Sol emite una gran cantidad de partículas cargadas y radiación electromagnética. Estas partículas interactúan con el campo magnético terrestre y la atmósfera superior de la Tierra, lo que puede afectar las telecomunicaciones, incluyendo las transmisiones de radio de alta frecuencia y los satélites.
Cabe destacar que, aunque las tormentas en cuestión son comunes, la intensidad y las consecuencias de un fenómeno astronómico de estío tipo pero extremo son difíciles de predecir con precisión. No obstante, un golpe geomagnético de gran magnitud podría dañar o interrumpir los sistemas de comunicación terrestres y espaciales, provocando un apagón global de Internet y otras redes de comunicación.
¿Qué hacer antes los efectos del golpe geomagnético?
Si bien no es posible predecir con exactitud cuándo ocurrirá un golpe geomagnético, existen algunas medidas que se pueden tomar para mitigar sus efectos. En este sentido, es importante mantenerse informado sobre la actividad solar. Además, tener un plan de emergencia en caso de un apagón es esencial. Esto incluye tener a la mano linternas, baterías, un radio de pilas y alimentos no perecederos. Finalmente, desconectar los equipos electrónicos sensibles durante este tipo de fenómenos puede ayudar a protegerlos de daños.
